Soy un abogado trabajador, duro y ambicioso, pero no soy codicioso. Aprendo de cada situación, aunque a veces tarde y aunque no me gusta que me critiquen, si es razonable, lo tengo en consideración y lo valoro. Y lo más importante, me sirve para próximas veces y para fortalecer mi forma de ser. Un toque de atención y de disciplina fortalece a la larga aunque en el momento cause resquemor.