La industria 4.0, también conocida como fabricación avanzada, permite el control y la mejora de los procesos de fabricación existentes, mediante la incorporación de sistemas motorizados, permitiendo la interacción del usuario y la máquina.
¿Qué es?
Los expertos de LAWYOU destacan que se basa en la incorporación de la inteligencia en medios y sistemas de producción, para aprovechar los beneficios que permiten las capacidades y tecnologías emergentes en la fabricación de nuevos productos y la mejora de los procesos. Así como la utilización del Internet de las cosas (internet of things), que persigue la interconexión entre máquinas para que estas puedan ser más independientes.
Mediante esta digitalización y coordinación, unida la utilización de materiales avanzados, permite conseguir procesos de un gran valor añadido o mejorados. Lo que, en consecuencia, implica una mayor eficiencia y sostenibilidad de los recursos empleados.
También, en los últimos meses se está implementando la tecnología 5G en todos los países del mundo. Una nueva red que se espera que para el año 2024 más del 40% de la población mundial la tenga porque permitirá el avance de la industria, por su rapidez y poca latencia. Esto no solo generará un mejor desarrollo de la industria 4.0, sino que se espera que para el año 2035 promueva más de 13,2 billones en cuanto a producción industrial, según IHS Markit.
¿Qué objetivo tiene?
El objetivo principal, de acuerdo con los expertos de LAWYOU, es poner en marcha “fabricas inteligentes”, es decir, fabricas capaces de adaptarse a las necesidades y procesos de producción, mediante la asignación más eficiente de recursos.
Principalmente, gracias a su aplicación se dará un mejor uso de aquellos recursos, capacidades y conocimientos con los que ya dispone la empresa. Del mismo modo, al estar apoyados en la incorporación de nuevas tecnologías, permite fabricar de forma mejorada y diferenciarse de la competencia, tanto en la calidad del producto, como en su coste.
¿Qué retos legales nos encontramos?
En primer lugar, esta revolución puede crear la perdida de numerosos trabajos que serán automatizados por las maquinas. Para que no ocurra lo mismo con los profesionales del derecho, los abogados de LAWYOU aconsejan que, estos deberán contar con una formación especializada que les permita asesorar de una forma novedosa adaptada al nuevo perfil de los clientes, más digitalizados.
Además, aumentará la necesidad de asesoramiento a empresas desde la formación de ésta. Esta nueva forma de asesoramiento se ha manifestado en los últimos tiempos con la necesidad de contar, por ejemplo, con un compliance officer. También serán áreas con necesidad de profesionales las de protección de datos, protección de propiedad intelectual o industrial, patentes, …
¿En qué punto nos encontramos?
Actualmente, esta tecnología no es una realidad, ya que primero es necesario superar el desafío de desarrollar softwares y sistemas de análisis que transformen la ingente cantidad que producen las fábricas, en información útil.
Sin embargo, desde LAWYOU no queremos perder de vista futuro, en el que la industria sufrirá una profunda trasformación de los entornos de trabajo y la relación entre fábricas, siempre con el objetivo de mejorar la productividad y el trato al cliente.
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