De primeras voy a explicar un punto que me permite abordar este dilema desde una posición objetiva. No soy abogado. No he estudiado derecho y no tengo los conocimientos que tienen mis compañeros de despacho, pero eso es lo que hace diferente al despacho de abogados Lawyou, un despacho multidisciplinar con perspectivas que suman.
Con este artículo no quiero sentar cátedra, y menos molestar a nadie, pero sí quiero aportar una mirada diferente que espero que pueda ayudar a algún abogado independiente en esta momento. Porque solo vale para ahora. Porque si de algo estoy seguro es que las cosas no paran de cambiar.
Mi acercamiento al sector legal se ha producido por circunstancias de la vida que no vienen a cuento en este artículo, pero sí me ha permitido acercarme desde una mirada limpia y me he encontrado con un sector legal que tiene el siguiente dilema:
– El 80 % de los abogados son abogados independientes
– El abogado independiente fue formado para ser un abogado “productor”
– Tras salir de la carrera existían múltiples alternativas; cuenta ajena, gran despacho, oposiciones varias, y montar tu despacho individual o independiente.
– Entre las diferentes alternativas muchos optaron por ser empresarios, sin saberlo y sin estar formados para ello. Emprendedores en toda regla
– Un abogado independiente no es lo mismo que un despacho de abogado independiente.
Y este es el gran dilema del abogado independiente que no sólo es eso, sino también un empresario, que debe de tener visión global, prevenir los cambios, adelantarse, es decir, un montón de actividades aparte de producir.
Un despacho de abogado independiente requiere de más actividades claves que la producción. Entendiendo como actividades claves las necesarias para el proceso de tu negocio de una forma simple:
– Desarrollo de Negocio (Comercial y Marketing).
– Producción.
– Administración.
– Gestión global del negocio, donde se mete todo lo demás, que no es poco.
Si eres un abogado independiente te animo a reflexionar:
¿Cuántas horas en cada actividad tienen relación con tus resultados?
De primeras alguno dirá que lo comercial no tiene que estar en primera posición. Te puedo asegurar que el orden es el correcto siguiendo el flujo del negocio, si no hay clientes no hay que producir….pero… claro, ¿qué pasa cuando empiezas a trabajar como abogado en una época en que los clientes entran por la puerta? Pues que te pones a producir y ya está. Los números salen, te dedicas a lo que te gusta y dejas de desarrollar las otras actividades claves que al final no te parecen necesarias y no te formaste para ellas. Mientas esto sigue así sin cambios tú eres un buen abogado, pero no gestionas tu despacho. Mientras el negocio o una de sus variables no cambien, las cosas irán bien.
Pero, ¿qué pasa cuando las cosas cambian? ¿Cuando tienes cada vez más competencia? ¿O cuando aparecen nuevas tecnologías que te permiten ser más productivo pero no están a tu alcance?
Pues que se produce la tormenta perfecta en tu negocio que te ha cogido a contrapié y no sabes cómo reaccionar.
¿Qué haces entonces? ¿Cambias o no cambias?
Sólo hay un camino; CAMBIAR
– Invertir tu tiempo en las actividades claves para formarte y ejecutarlas con un nivel aceptable todas las semanas. Reparto equilibrado entre ellas; Desarrollo de Negocio (30%), Producción (50%), Administración (5% o 0% si puedes) y Gestión (15%).
– Conseguir los recursos especializados que te van a permitir potenciar las actividades claves utilizando metodología y especialización; Experiencia de cliente, Marketing, Comercial, Tecnología,….
– Disponer de las inversiones necesarias para todo lo anterior….
Y con ello gestionar y desarrollar tu despacho adaptado a la nueva situación que te permita diferenciarte y sobresalir sobre el resto de abogados de tu mercado. Y esto es lo que hacemos en Lawyou: desarrollar a nuestros abogados para ser empresarios.
Porque en Lawyou creemos que sumar, suma, y que sumando abogados somos capaces de construir un gran despacho que trabaja para sus abogados, para aportarles recursos e inversiones que les permitan desarrollar negocio, ahorrar tiempo y aumentar la garantía en su profesión.
Artículo de Ignacio Martínez-Fonseca, socio director de Lawyou
Fuente: Lawyerpress
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