El Concurso de Acreedores como alternativa judicial para superar una situación deudora inabarcable se ha dado a conocer mediáticamente por el gran número de casos que se han dado en clubes de fútbol. Durante los últimos años, los titulares de la prensa deportiva han reflejado los apuros económicos de entidades que se han visto obligadas a la Ley Concursal.
Un concurso de acreedores es un procedimiento legal que inicia cuando una persona física o jurídica deviene en una situación de insolvencia, por la cual no puede hacer frente a las deuda que lo vincula. Un concurso de acreedores se puede implementar en situaciones de quiebra y las de suspensión de pagos.
Sin embargo, pese a ser una legislación mediatizada y aparentemente ligada al fútbol, conviene recordar que esto NO es así. La Ley Concursal es un procedimiento accesible para cualquier empresa o autónomo que quiera reestructurar una deuda inasumible para seguir adelante con su crecimiento.
Es posible que muchos de vosotros hayáis oído hablar de la Ley Concursal debido al fútbol y, en concreto, a clubes ahogados por las deudas que se acogen a esta medida para poder seguir en marcha. Pero lo cierto es que el Concurso de Acreedores es una herramienta a la que cualquier empresa puede acogerse.
➡ Se trata de un mecanismo jurídico mediante el cual una entidad puede reestructurar su deuda negociando con los acreedores y llegando a acuerdos: una quita total de la deuda o de un porcentaje, una reestructuración de la misma, establecer un calendario de pagos más accesible…
✅ El objetivo final es encontrar un punto intermedio entre la empresa deudora y los acreedores para que la primera pueda seguir su camino, y los segundos puedan ver satisfechos sus intereses bajo unas nuevas condiciones.
En la actualidad, la ley Concursal contempla dos tipos de concursos, con su propia definición para poder delimitar correctamente las diferencias en cada caso correspondiente:
➡ Concurso de acreedores voluntario: es aquel que solicita el propio deudor debido a su situación de insolvencia, en la que no tiene posibilidad de hacer frente a la totalidad de pagos pendientes.
➡ Concurso de acreedores necesario: este concurso es el que solicita uno de los acreedores, legitimado por el artículo 3.1 de la Ley Concursal, siempre que los argumentos expresados se adecuen a los casos que establece la Ley para demostrar la insolvencia del deudor.
Ambas son legislaciones diseñadas para aquellos que atraviesan una situación económica difícil y tienen imposible poder hacer frente a sus deudas, pero existen matices que las diferencian.
✅ La Ley de la Segunda Oportunidad es específica para personas físicas, y sirve para eliminar o reestructurar deudas como préstamos personales, créditos rápidos o hipotecas.
✅ El Concurso de Acreedores es un mecanismo para personas jurídicas o empresas que, por el mismo motivo, se ven ahogadas por las deudas y necesitan una solución para seguir a flote.
⚠ Una vez sabido esto, se debe tener en cuenta que una persona física también puede acogerse a un Concurso de Acreedores, aunque en este caso no se aplicará sobre deudas hipotecarias.
En Lawyou Legal somos especialistas en esta legislación, y tenemos las claves para seguir el proceso por el buen camino. ¿Hablamos?
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