La Ley de Segunda Oportunidad, tal como la Ley Concursal, forma parte de la legislación basada en la ética. Su propósito es rescatar a la persona de una situación de deudas que no le es posible afrontar, al tiempo que también buscan proteger el derecho de los acreedores de cobrar su deuda. Por lo tanto, esta ley sirve a dos propósitos al mismo tiempo, por lo que podemos decir que cumple con una doble función.